Resistencia y fiabilidad superiores con arandelas de alúmina
Cada componente desempeña un papel fundamental para garantizar la precisión y la fiabilidad, desde las arandelas hasta los rodamientos y todo lo demás. Las arandelas pueden parecer intrascendentes a primera vista, pero son componentes esenciales en numerosas aplicaciones industriales.
Las arandelas de alúmina son arandelas muy versátiles que ofrecen unas propiedades de material excepcionales para responder a entornos industriales exigentes. Siga leyendo para descubrir más sobre estas eficaces soluciones.
Resistencia a la corrosión
Las arandelas de alúmina proporcionan protección anticorrosión para ayudar a prolongar la vida útil de los equipos y reducir los costes de mantenimiento, mejorando así la vida útil de los equipos. El acabado de la superficie desempeña un papel fundamental en la lucha contra la corrosión; las opciones de aluminio anodizado o revestido también ofrecen protección adicional contra la humedad y los productos químicos. Es importante tener en cuenta los factores medioambientales a la hora de elegir un tratamiento superficial de alúmina adecuado para su aplicación.
La corrosión es un problema que a menudo se pasa por alto en el sector de la automoción y que provoca daños en los componentes y costosas reparaciones. Las arandelas de alúmina ofrecen una solución conveniente, ya que son impermeables a la mayoría de los productos químicos y ácidos utilizados durante las reparaciones.
Las arandelas cerámicas de alúmina endurecida con circonio (ZTA) son una gran elección para aplicaciones en las que el metal se degradaría o fallaría rápidamente, como los entornos propensos a la corrosión, como el marino. Su resistencia al desgaste y su fuerza superior las convierten en la opción ideal, mientras que su dureza y durabilidad ayudan a garantizar tolerancias de precisión y a evitar vibraciones, prolongando el ciclo de vida de los elementos de fijación y reduciendo los costes de mantenimiento. Además, las arandelas ZTA pueden soportar cargas más elevadas sin agrietarse mejor que los metales tradicionales, lo que las hace perfectas para entornos difíciles.
Aislamiento eléctrico
Las cerámicas de alúmina son químicamente estables y resistentes a los ácidos y álcalis a temperaturas moderadas, lo que significa que permanecen intactas tras una larga exposición a productos químicos corrosivos y entornos agresivos. Además, su durabilidad les permite soportar esfuerzos físicos sin degradarse por ellos, lo que significa que incluso pueden soportar choques mecánicos sin sucumbir a la fatiga por desgaste.
Las arandelas de alúmina ofrecen algo más que resistencia a la abrasión, la corrosión y los productos químicos; también son excelentes aislantes eléctricos que impiden que la electricidad se desplace por vías no deseadas y provoque daños en el sistema o los circuitos.
Las cerámicas de alúmina son ideales para aplicaciones que requieren aislamiento entre sistemas de alta tensión, como sensores y condensadores que funcionan a miles de voltios, ya que ayudan a evitar cortocircuitos al restringir el flujo de electricidad a través de las superficies. Las cerámicas de alúmina también pueden utilizarse mecánicamente como espaciadores para disminuir la fricción, el desgaste y dispersar uniformemente las cargas al tiempo que disminuyen la fricción o el desgaste.
Resistencia a altas temperaturas
Las arandelas de alúmina ofrecen una resistencia superior a la abrasión y la corrosión en entornos que destruirían rápidamente las arandelas metálicas, mientras que su mayor resiliencia las ayuda a resistir el agrietamiento causado por la tensión o las variaciones de temperatura, lo que ayuda a mantener su forma durante más tiempo, reduciendo así los tiempos de inactividad y los costes de mantenimiento.
Las propiedades aislantes eléctricas superiores de la alúmina la convierten en un material versátil adecuado para aislar componentes y evitar el flujo de corriente involuntario en sistemas que funcionan a miles de voltios, lo que la hace idónea para aislantes de bujías, sustratos electrónicos y arandelas aislantes.
El óxido de circonio posee una resistencia superior a la compresión y la flexión, lo que lo hace adecuado para aplicaciones que requieren una gran capacidad de carga, como maquinaria pesada, componentes aeroespaciales y sistemas mecánicos. Gracias a su resistencia a la abrasión y a la corrosión química, el óxido de circonio es también un material ideal para aplicaciones de revestimientos resistentes, como los acabados de pintura.
Las técnicas de fabricación sostenibles empleadas por reflejan su dedicación a la sostenibilidad, ayudando a minimizar el impacto medioambiental y el uso de energía al tiempo que producen lavadoras de alta calidad que ayudan a las empresas a aumentar la eficiencia operativa y reducir los costes operativos.
No magnético
Las arandelas de alúmina son amagnéticas, por lo que resultan adecuadas para aplicaciones en las que deben minimizarse las interferencias magnéticas, como equipos electrónicos sensibles e instrumentación de precisión. Su naturaleza no magnética garantiza la continuidad de los flujos de corriente eléctrica y mejora la estabilidad y fiabilidad general del sistema.
El aluminio es muy resistente a la corrosión gracias a su capacidad para formar una capa superficial protectora de óxido en respuesta a la exposición al aire, lo que ayuda a reducir los costes de mantenimiento y sustitución a lo largo del tiempo y prolonga la vida útil de equipos y estructuras.
Las arandelas de aluminio suelen ser más baratas y fáciles de integrar en los procesos de fabricación y montaje que sus homólogas de acero, y su diseño ligero las hace adecuadas para aplicaciones que requieren una reducción de peso. Por otro lado, las arandelas de acero ofrecen mayores resistencias a la tracción y al límite elástico, lo que las hace más adecuadas para aplicaciones de alta tensión que requieren capacidades de soporte de carga, así como compatibilidad con diversos elementos de fijación y superficies de contacto.